He
dejado la puerta abierta con café recién echo en la cocina,
no
hay ni un vaso por fregar, pero sí unas cuantas latas que tirar.
He
dejado una nota en la entrada,
"
te he echado de menos "
para
que la leas al pasar,
miles
de besos que he tenido que endeudar de Febrero
a Febrero,
y
un '' feliz
navidad ''
que me tuve que guardar.
Te
espero aquí, donde siempre.
Destapada
para que me arropes cuando llegues.
Con
la esperanza de levantarme y encontrarme tu desayuno echo,
el
de siempre, con mucho aceite y el mio sin ajo, porfavor.
He
dejado las ganas de volver a ser una niña para cuando vuelvas,
y
las cosquillas que me hacías en los pies grabadas en la manta.
He
dejado mil
te quieros repartidos
por la calle,
esperando
que los fueras a buscar,
solo
para verte una vez más con la la sonrisa vertical y
la bolsa del pan.
Pero
no estás,
y
lo peor no es eso.
Lo
peor esque sé que tampoco vas a volver,
aunque
puedo prometerte que en mí,
siempre te
tendré.
Y lo siento, siento ser tan egoísta al sentirme culpable,
por no haber podido regalarte la immortalidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario