Antes de aprender a ganar aprendí a perder.

Antes de aprender a ganar, la vida me enseñó a perder, antes de aprender a sonreír, tuve que aprender a llorar, la vida me hizo conocer la tristeza, la desesperación, el fracaso, el dolor, las noches que se hacen eternas ahogadas en mares de lágrimas, porque solo así aprendería a valorar la felicidad. Y ahora quiero, quiero como nunca antes había querido, y me quieren como nunca antes había notado, ahora siento, vivo, lucho por algo y soy feliz al conseguirlo. Ahora todo tiene un poco mas de brillo, aunque soy de extremos. Aprendí a caerme para luego saber correr, y ahora ya no me caigo, ni siquiera las piedras que lo intentan lo consiguen, pero si cayera, sería para levantarme.

Elige cara o cruz.

Para qué voy a querer la luna, teniendo tus lunares, para qué voy a querer estrellarme en coche teniendo la curva de tu sonrisa, para qué voy a querer ir a Roma pudiendo disfrutar de tus ruinas, para qué voy a querer viajar si es en tu cama donde siento que el mundo duele un poco menos. Eres mi suerte encontrada en un martes 13, en el gato negro de la esquina y en ese espejo roto en mi habitación, eres mi norte, y desde que llegaste mi salvación. Así que elige cara o cruz, cara te quedas, cruz no te vas.

Si algún día nos cruzamos...

Si algun día nos cruzamos, no me mires, no me hagas caso, aunque sepas ver las palabras que se esconden debajo de mi sonrisa. Si me preguntas te diré que estoy bien, que voy tirando y negaré que paso noches llorando y fingiré que todo lo curó el tiempo. Tu sonrisa siempre fue un buen motivo para ser alguien mejor, y aunque te digan que me vieron de princesa en algún cuento, no hagas caso por que los cuentos, tan solo cuentos son.

Poniéndole tu nombre a mi desastre.

Y vuelvo a escribir par evadirme de este vacío, para dejar de mirar todas esas fotos, y dejar de pensar en los trozos de mi pecho rotos, metidos en ese cajón para que no se vean, para que no se note, que llevo pensando desde que te marchaste en tu sonrisa, que no dejo de pensar en como contigo no existían las prisas, esa manera tan tuya de quitarme las espinas, siento que estoy en un pozo sin salida. Encontré lo qe siempre había buscado, pero ahora estoy sola pensando que es lo que ha pasado, buscando los porqués que expliquen que nuestras almas que eran una sola se hayan distanciado, y hayas decidido largarte de mi lado. Pensé y soñé tantas veces, tantos futuros juntos, que ya no soy capaz de imaginarme solamente uno sin ti, y se apodera de mi, este vacío que dejaste, y no se si sobrevivir dolerá menos que marcharse. Estoy muerta pero sigo viva, que ironía, hice una canción de cada lagrima qe derrame mientras te despedías. 

y no se si sobrevivir dolerá menos que marcharse...