Para qué voy a querer la luna, teniendo tus lunares, para qué voy a querer estrellarme en coche teniendo la curva de tu sonrisa, para qué voy a querer ir a Roma pudiendo disfrutar de tus ruinas, para qué voy a querer viajar si es en tu cama donde siento que el mundo duele un poco menos. Eres mi suerte encontrada en un martes 13, en el gato negro de la esquina y en ese espejo roto en mi habitación, eres mi norte, y desde que llegaste mi salvación. Así que elige cara o cruz, cara te quedas, cruz no te vas.
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