Lunáticos Inefables.

Mírame otra vez a través de tus pupilas y escríbeme, explícame que es lo que te cuentan las mías, que mis ojos no mienten cuando eres tú quien los mira, ahí ni puedes engañar tú ni puedo engañar yo. Ábreme otra cerveza fría y deja que el humo nos envuelva, no me bajes la luna hoy que la envidio por estar entera y reconstruye me para que lo vuelva a estar yo, arañame la espalda cual pantera y bájale la voz al televisor, que hoy no es una madrugada cualquiera, hoy quiero que revivamos los dos.

Te he visto siendo feliz y ya no quiero imaginarte de otra forma, me susurraron una vez que cupido solo muere cuando dos veces se equivoca, si te vieras en mis ojos entenderías porque estoy hablando conmigo de ti, y es que hueles a poema escrito y a palabras inconclusas.
Pero somos lunáticos inefables, ¿Cómo nos vamos a entender en medio de este desastre inestable?